El breve e increíble viaje desde los orígenes de los videojuegos hasta la actualidad.
Mucho tiempo ha pasado desde que los primeros videojuegos irrumpieron tímidamente en el mercado de los artículos electrónicos de consumo masivo, hasta nuestros días en que las videoconsolas de alta definición compiten por las preferencias de consumidores cada vez más jóvenes y exigentes.A pesar de algunos antecedentes satisfactorios, no fue sino hasta 1972 que apareció la primera consola de juegos de la historia: la Magnavox Odyssey, que se convirtió de inmediato en un éxito de ventas sin precedentes gracias a la visión de Ralph Baer, un ingeniero alemán considerado el padre de los videojuegos hogareños.
Mucho tiempo ha pasado desde que los primeros videojuegos irrumpieron tímidamente en el mercado de los artículos electrónicos de consumo masivo, hasta nuestros días en que las videoconsolas de alta definición compiten por las preferencias de consumidores cada vez más jóvenes y exigentes.A pesar de algunos antecedentes satisfactorios, no fue sino hasta 1972 que apareció la primera consola de juegos de la historia: la Magnavox Odyssey, que se convirtió de inmediato en un éxito de ventas sin precedentes gracias a la visión de Ralph Baer, un ingeniero alemán considerado el padre de los videojuegos hogareños.
Gran parte de esta evolución no habría sido posible de no existir los microchips. Estos circuitos integrados, desarrollados por Texas Instruments, fueron el puntapié inicial de una era tecnológica de increíbles proporciones para la Humanidad, con aplicaciones en ámbitos tan diversos como la diversión, las comunicaciones o la salud. Luego llegarían las versiones lanzadas por la compañía Atari que, valiéndose de procesadores de 8 bits, ponía al alcance de los nuevos jugadores, la posibilidad de intercambiar cartuchos con juegos pre-cargados, muchos de los cuales aún continúan fascinando a niños y nostálgicos.
Los más conocidos fueron Donkey Kong y PacMan. Pero sin lugar a dudas, lo que contribuyó decisivamente a la masificación del entretenimiento hogareño fue la oferta de videoconsolas cada vez más pequeñas que podían conectarse a televisores convencionales. La transmisión de imágenes en colores, la floreciente miniaturización y el consumo en su apogeo, hicieron el resto.Otra empresa que revolucionó el mercado en la década de los ´80 fue SEGA con el lanzamiento de su videoconsola Sega Megadrive que duplicaba su tecnología a 16 bits y luego Nintendo con consolas de 32 bits, inaugurando las denominadas cuarta y quinta generación de videoconsolas con escenarios y personajes 2D y 3D respectivamente.
La creciente industria del entretenimiento hogareño demandó también el desarrollo de soportes adecuados a la complejidad informática de los juegos. Así se sucedieron las tarjetas magnéticas y cartuchos de los orígenes, hasta los soportes digitales de nuestro tiempo como CD´s, DVD´s, discos Blu-Ray, memorias flash, o hardware multinúcleo.Los primeros lugares en popularidad los ocupan hoy las consolas Wii de Nintendo, la Xbox 360 de Microsoft y la PlayStation 3 de Sony. Sofisticados equipos provistos de la más moderna tecnología que no sólo son una posibilidad de entretenimiento de alta gama sino que constituyen un centro de prestaciones multimedia de gran calidad.Estas videoconsolas son capaces de reproducir música en diferentes formatos digitales, películas en soportes convencionales, Blu-Ray, fotografías e imágenes, sintonizar TV digital de alta definición, transmitir contenidos mediante tecnología blutooth e incluso leer diferentes dispositivos de memoria como tarjetas microSD, flash, entre otras.
“Las videoconsolas aumentarán su presencia como canalizadoras de conectividad entre la red y los sistemas de televisión tradicionales y se incrementarán los productos específicos para estos sistemas que originalmente estaban pensados sólo para jugar”, comentó Sean Carey, vicepresidente de Sony Pictures Televisión recientemente.Siete generaciones de videoconsolas han pasado hasta nuestros días. En poco más de treinta años, la industria del esparcimiento y la diversión hogareña han evolucionado desde la prehistoria tecnológica hasta la era digital propia de la ciencia ficción y va por más.